Recuerdo cuando me dijiste que como tu: solo tu, y no te quise creer. Cuando te marchaste pensé que le podría encontrar. No sabes cuanto me duele darte la razón. Sobretodo ahora que no estás, que decidiste no regresar. Rompiste mi corazón y no pude hacer nada para retenerte, no te imaginas cuanto te echo de menos.
Deberías saberlo.
Creo que hay algo que deberías saber. Verás, he buscado en mil labios el sabor de tus besos y sigo sin encontrarlo, he escuchado el latir de mil corazones y ninguno suena como el tuyo, he dejado que muchas manos acariciaran mi piel y nadie lo hace como tu. Me he estirado entre sábanas que no son las tuyas y no puedo dormir. Me he dejado llevar a mil lugares más bonitos que aquel banco bajo el árbol y no he descubierto un lugar más ideal. He encontrado miles de amantes, ninguno como tu. Hasta he regalado sonrisas, puesto moritos, gritado, saltado, he llorado y cantado. Más de una vez he pedido a gritos que me susurraran aquella maldita canción al oído, nadie sabe tu versión, nadie es capaz de hacerme temblar con su voz...
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